Recuerdo cuando tenía aproximadamente 8 años de edad y era una excelente compañera de papá, cuando llegaba el domingo de elecciones, me encantaba acompañarlo a votar y escurrirme, con gran picardía y creyendo que era muy astuta dentro del “Cuarto Oscuro”, sentía muchísima curiosidad por saber que era lo que pasaba allí dentro.
Recuerdo también haber visto por televisión esos spots publicitarios de aquellos “Doctores” que prometían un país lleno de cambios y un millón más de maravillas. Nunca voy a olvidar de frases como: “MNM lo hizo” o “No los voy a defraudar”…
Pero mis 8 años pasaron y con ellos se fueron muchas cosas, entre ellas las ganas de acompañar a papá a votar, pero principalmente las ganas de entrar a aquel “Cuarto Oscuro” que tanto intriga me producía de chiquita.
Después de pensar y examinar las causas del tal desgano, creo que al fin puedo tener algunas razones algo significativas. Las cuales describiré a continuación.
Para empezar puedo decir que no creo en la clase política Argentina, que no creo en la justicia y no creo en los medios de prensa de este país. No porque no me guste creer, sino porque es lo que los políticos, la justicia y la prensa demuestran en cada acto de impunidad que vemos ocurrir.
Este domingo y como todos los que me ha tocado ir a votar, voy a hacerlo, porque es mi obligación como ciudadana, es un derecho constitucional, al cual no puedo, ni debo darle la espalda. Pero en mis escasos 21 años he visto a “mi país” pasar por miles de miserias.
He visto gente saqueando supermercados con tan solo 4 años de edad, historia que se repitió a mis 15. Yo misma golpee cacerolas en la puerta de mi propia casa en reclamo de un país mas digno. Viví durante 10 años una convertibilidad ficticia que terminó por llevar a muchos a la ruina. Vi como vendieron toda la patagonia y como privatizaron todas nuestras empresas.
He visto gente escrachar instituciones bancarias porque le robaron su dinero con el famoso “Corralito”. He visto ‘piqueteros’ cortar importantes arterias en diferentes cuidades solamente porque los dirigentes sindicales le tiran una moneda…
Vi 194 familias desmoronarse por completo, vi 194 sueños derrumbarse un 30 de diciembre. Hoy 3 años mas tarde, veo 194 almas esperando por justicia. Y ya que hablamos de justicia… ¿Dónde quedó esta después del atentado a la sede de la AMIA en Julio de 1994?
Vi, literalmente, un Presidente salir “volando por los aires” y a cinco Presidentes renunciar en prácticamente 5 meses.
Hoy en día, veo a un Presidente mentirnos como si los Argentinos fuésemos ignorantes, lo escucho decir “La Economía esta estable, no hay inflación”, veo índices publicados por el INDEC, donde dice que la inflación ha sido del 0.5%, cuando realmente ha sido del 8%, y me pregunto dónde quedó el 7,5% que el INDEC no vio?. Veo gente muriendo de hambre, gente que cobra jubilaciones sin haber aportado. Veo ‘ñoquis’ por todos lados. Veo como la clase media desaparece. Veo a los jubilados sufrir porque no les alcanza la jubilación y porque trabajaron toda la vida para cobrar 400 miserables pesos, en el mejor de lo casos. Escucho a la gente murmurar “no llego a fin de mes”.
Veo padres, amigos, familiares de victimas de accidentes, asesinatos y crímenes, marchar por las calles pidiendo justicia para sus seres queridos. Veo como la solidaridad de la gente de este país no llega a destino.
Veo como todos nos hacemos los boludos, y perdón por el término, pero no creo que haya alguno mejor... y no vemos lo que vemos.
Ahora me pregunto… ¿con que ganas voy a ir a votar el domingo, sabiendo que voy a seguir viendo y viviendo mas de lo mismo?...
Pero como he dicho anteriormente, es nuestra obligación como ciudadanos ir a las urnas, aunque vayamos sabiendo que el 53º presidente de la Nación va a ser una presidenta, aunque prácticamente tengamos la certeza que la era K continua. Que después de 33 años vuelve a sentarse una mujer en el sillón presidencial. Aunque debo admitir que como mujer que soy y dejando de lado cualquier ideal político y prejuicio sobre la futura presidenta, me resulta bastante interesante e intrigante conocer que va a hacer con nuestro país durante su mandato. Pero francamente mis queridos amigos, no se si reírme o llorar!
Recuerdo también haber visto por televisión esos spots publicitarios de aquellos “Doctores” que prometían un país lleno de cambios y un millón más de maravillas. Nunca voy a olvidar de frases como: “MNM lo hizo” o “No los voy a defraudar”…
Pero mis 8 años pasaron y con ellos se fueron muchas cosas, entre ellas las ganas de acompañar a papá a votar, pero principalmente las ganas de entrar a aquel “Cuarto Oscuro” que tanto intriga me producía de chiquita.
Después de pensar y examinar las causas del tal desgano, creo que al fin puedo tener algunas razones algo significativas. Las cuales describiré a continuación.
Para empezar puedo decir que no creo en la clase política Argentina, que no creo en la justicia y no creo en los medios de prensa de este país. No porque no me guste creer, sino porque es lo que los políticos, la justicia y la prensa demuestran en cada acto de impunidad que vemos ocurrir.
Este domingo y como todos los que me ha tocado ir a votar, voy a hacerlo, porque es mi obligación como ciudadana, es un derecho constitucional, al cual no puedo, ni debo darle la espalda. Pero en mis escasos 21 años he visto a “mi país” pasar por miles de miserias.
He visto gente saqueando supermercados con tan solo 4 años de edad, historia que se repitió a mis 15. Yo misma golpee cacerolas en la puerta de mi propia casa en reclamo de un país mas digno. Viví durante 10 años una convertibilidad ficticia que terminó por llevar a muchos a la ruina. Vi como vendieron toda la patagonia y como privatizaron todas nuestras empresas.
He visto gente escrachar instituciones bancarias porque le robaron su dinero con el famoso “Corralito”. He visto ‘piqueteros’ cortar importantes arterias en diferentes cuidades solamente porque los dirigentes sindicales le tiran una moneda…
Vi 194 familias desmoronarse por completo, vi 194 sueños derrumbarse un 30 de diciembre. Hoy 3 años mas tarde, veo 194 almas esperando por justicia. Y ya que hablamos de justicia… ¿Dónde quedó esta después del atentado a la sede de la AMIA en Julio de 1994?
Vi, literalmente, un Presidente salir “volando por los aires” y a cinco Presidentes renunciar en prácticamente 5 meses.
Hoy en día, veo a un Presidente mentirnos como si los Argentinos fuésemos ignorantes, lo escucho decir “La Economía esta estable, no hay inflación”, veo índices publicados por el INDEC, donde dice que la inflación ha sido del 0.5%, cuando realmente ha sido del 8%, y me pregunto dónde quedó el 7,5% que el INDEC no vio?. Veo gente muriendo de hambre, gente que cobra jubilaciones sin haber aportado. Veo ‘ñoquis’ por todos lados. Veo como la clase media desaparece. Veo a los jubilados sufrir porque no les alcanza la jubilación y porque trabajaron toda la vida para cobrar 400 miserables pesos, en el mejor de lo casos. Escucho a la gente murmurar “no llego a fin de mes”.
Veo padres, amigos, familiares de victimas de accidentes, asesinatos y crímenes, marchar por las calles pidiendo justicia para sus seres queridos. Veo como la solidaridad de la gente de este país no llega a destino.
Veo como todos nos hacemos los boludos, y perdón por el término, pero no creo que haya alguno mejor... y no vemos lo que vemos.
Ahora me pregunto… ¿con que ganas voy a ir a votar el domingo, sabiendo que voy a seguir viendo y viviendo mas de lo mismo?...
Pero como he dicho anteriormente, es nuestra obligación como ciudadanos ir a las urnas, aunque vayamos sabiendo que el 53º presidente de la Nación va a ser una presidenta, aunque prácticamente tengamos la certeza que la era K continua. Que después de 33 años vuelve a sentarse una mujer en el sillón presidencial. Aunque debo admitir que como mujer que soy y dejando de lado cualquier ideal político y prejuicio sobre la futura presidenta, me resulta bastante interesante e intrigante conocer que va a hacer con nuestro país durante su mandato. Pero francamente mis queridos amigos, no se si reírme o llorar!